¡Soy Presidente!... (de mesa)

Sábado, por la mañana, me baño y me visto, miro el reloj y pienso..falta bastante aún, voy a tomar desayuno...,voy a la cocina, me preparo un cafe, un pan y me pongo a leer el Mercurio, (le regale una subcripción a mi padre) pongo un disco y me relajo un rato, mi padre sale a comprar mi madre al jardín, son las 12:30, tanto me relajo que me quedo dormido, despierto, miro el reloj ¡Chupalla! tanto dormi, son las 13:25, ¡Tengo que estar a las 2 en el colegio ese!, ¿Cómo se llama?, ya, me voy, salgo tomo el micro y me bajo en la calle correspondiente, ¿Qué número era? 1270 si, y, ¿Dónde estoy? a la altura del 14 , ya, 2 cuadras, no es tanto, empiezo a caminar por el lado de los pares, al rato miro la numeración de una casa y descubro con espanto que es el ¡2208!, ¿Pero cómo?, si estaba en el 14, avanzo unos pasos otra casa más antigua 1846, ¡Ponganse de acuerdo por la...! por lo menos va descendiendo me digo, sigo caminando, mirando la numeración de las casas, en las esquinas los letreros, solo tienen el nombre de la calle, las 13:45, al fin, después de 8 cuadras de numeración sube y baja llego al frontis del colegio, una entrada pequeña un pasillo largo, el colegio esta pintado con refranes en las paredes, al final del pasillo se abre un patio con dos multicanchas, me parece escuchar los gritos de los escolares en el recreo y se me vienen un millon de recuerdos a la mente, miro el reloj, 13:50, llego a otro pasillo, doblo a la izquierda y veo al fondo un patio techado, con sillas hacia alla voy, a mi izquierda el comedor de profesores, con mesas con manteles a cuadros y en el centro de la pared principal, sobre una mesa un pequeño microondas, como si fuera una gruta de alguna animita, llego al patio de las sillas, hay bastantes personas ya, a mi izquierda, y delante de las sillas una mesas, con una serie de documentos y dos varones y, una joven morena que después se identifica como la delegada del local de votación, habla alto y se impone con prestancia, vayan tomando asiento señores, hemos dejado la cartilla de instrucciones en cada asiento para su información, me siento en la mitad justo al frente del pasillo donde llegue, empiezo a leer, miro el reloj 14:55, empiezan a llegar por cantidades, dos minutos después, casi todas las sillas ocupadas, bien digo para mis adentros, puntuales y ordenaditos mmm , ¿no era que eramos impuntuales los chilenos?, a las 14:00 clavadas la delegada pide silencio, dos veces , a la segunda vez, todos callados, muestra unas hojas, el acta de constitución de la mesa explica, debe hacerse por duplicado, instintivamente, chequeo el lapíz que llevo en el bolsillo de la camisa. Les explico, dice con potente tono de voz, los ire llamando por número de mesa, a los integrantes de cada mesa, las mesas de la 1 hasta la 12, serán en parejas es decir mesas 1 y 2 juntas, 3 y 4 ,... ¿9 y 11, 10 y 12 ? será, pense. La razón es que estas mesas como son las antiguas se han reducido su cantidad de votantes, porque varios ya han fallecido, risitas de algunos muchachos de treinta y tantos delante mio, pa alla vamos todos, dice con voz tonante un hombre de unos 60 años casi al lado mío, y la carcajada es general, los llamo entonces, dice con una sonrisa la delegada, y empieza a nombrar, mesas 1 y 2, ...13, 18, 20, 22, me levanto de la silla con la mano en alto, avanzo hasta ella y tomo el acta y su duplicado, llegan 3 más ¿mesa 22 pregunto?, mucho gusto, encantado, ¿qué tal si vamos para alla y nos ponemos de acuerdo? si, perfecto, dice al primero que le estrecho la mano es delgado viste una polera amarilla y lentes opticos de unos cuarenta y algo, el otro es más alto que todos, con polera blanca, parece un obrero, después conversando confieza que es obrero de la construcción y dirigente sindical, el cuarto es un señor de sesenta y cinco años más o menos de bigotes blancos y de algunas canas por cabellera, viste polera azul y bluejeans gastados un obrero panificador, el otro es empleado, yo profesor universitario, buena mezcla pienso yo, comenzamos a discutir quien será el presidente de la mesa el secretario y el comisario, ¿Quíen será el presidente? pregunto, y siento tres miradas sobre mí yo creo que tu, me dice el empleado, si ud, dicen los otros, yo sere el secretario y yo el comisario dicen el empleado y el dirigente, y yo ayudare en lo que corresponda dice el futuro vocal panificador, sera, digo resignado, empiezo a anotar los papeles, los nombres de los presentes, y después, aparte los encargados de la mesa, antes de colocar el nombre del inasistente, escribo el número de la mesa en el reverso de la cartilla y como muchos otros, la levanto tratando de captar los pocos que van llegando atrasados, (ahhh habia chilenos aqui pienso), creo que podemos esperar hasta las 2 y media digo a los demás y asienten, a las 2 y media , me subo a la silla y a voz en cuello grito el nombre del que falta y el número de la mesa, a la segunda vez, veo con asombro que varios hacen lo mismo al final parece un remate de ganaderos tanto grito, bajo riendo de la silla, y les digo a mis compañeros de mesa, parece que la c..., no esta bien, dijo el empleado lo estamos condenando a una buena multa por no venir, asi que no se diga que no tratamos de ubicarlo al tontorron, escribo el nombre del faltante en el acta y firmamos todos los dos ejemplares, vamos a entregarla dice el vocal, más animado ( habia estado casi en absoluto silencio), voy escoltado por ellos hasta la mesa, la pobre esta tapada por papeles y consultas que llegan de todos lados, no pierde la sonrisa y contesta todo, a todos, le entrego el acta y me despido, hasta el domingo me dice, hasta el domingo le respondo, salimos por el pasillo hacia la calle los cuatro, apreton de mano, lleguemos temprano dice el obrero secretario de mesa, correcto el que llegue primero se pone en la cola de los materiales pa ganar tiempo, si, asentimos todos, no separamos son las 14:45, hace calor, camino hacia mi casa, el colegio tiene una bandera flameando, la miro, no, no pienso nada sólo sigo caminando, pensando que llegue a ser presidente de algo , me rio, de mesa, ¡pero presidente!, una señora que espera a alguien me mira raro, sigo caminando.