Compartir hasta en el dolor
Hoy volvio, una compañera de trabajo, falto dos dias porque tuvo que enterrar a un hermano menor que murio de un ataque cardiaco sorpresivamente, fue hace dos dias, me entere por otro colega:¿Supiste lo de L...? No, no ¿Qué le paso?, Murío su hermano camino al hospital, tuvo un ataque en su casa y fallecio en el camino, ella lo llevaba. ¡Mierda!, que tragedia. la voy a llamar
Hable con ella estaba mal, muy mal, se sentia culpable de algún modo por no haber llegado antes, pero que se iba hacer, en fin trate de darle animo de ayudarla a ella, porque aunque suene duro, a los muertos ya no los podemos tocar. Hoy pase por su oficina y estaba allí, entre la salude y le pedi disculpas por no haber podido ir al funeral, tenia que tomar una prueba, y no tuve forma de cambiar con alguien o postergarla, en fin ella comprendío, ya alguna vez le paso lo mismo con otra persona, le entregue unos dulces de los cuales es fanatica y el gesto le saco un sonrisa, empezamos a hablar de cualquier cosa, el trabajo, el día lluvioso y otras cosas tan complicadas como las mallas geométricas y el paralelismo en las triangulaciones, al rato entro un colega, con cara de afectado, se acerco, la abrazo y le dijo: "siento tanto tu perdida", se fue enseguida, y ella se sento, y ya la poca distracción que habia logrado conversando de otras cosas desaparecio, al rato llego otro y luego dos más, cuando volvi a verla un par de horas más tarde su cara mostraba la huellas de las lagrimas, en fin, entonces, recorde el funeral de mi hija hace tiempo atras, mis amigos varios de ellos, después del funeral me agarraron y me llevaron, fuimos a una fuente de soda en el barrio Bellavista, conversaron de todo y durante dos horas me dieron un balsamo al alma, siempre estaré agradecido por ese gesto, es ahí cuando uno sabe que tiene amigos, de verdad, cuando pueden leer en los ojos de uno, "ayudenme, pero no me torturen con más dolor". A mi colega le faltan amigos que le lean los ojos pense.
Hable con ella estaba mal, muy mal, se sentia culpable de algún modo por no haber llegado antes, pero que se iba hacer, en fin trate de darle animo de ayudarla a ella, porque aunque suene duro, a los muertos ya no los podemos tocar. Hoy pase por su oficina y estaba allí, entre la salude y le pedi disculpas por no haber podido ir al funeral, tenia que tomar una prueba, y no tuve forma de cambiar con alguien o postergarla, en fin ella comprendío, ya alguna vez le paso lo mismo con otra persona, le entregue unos dulces de los cuales es fanatica y el gesto le saco un sonrisa, empezamos a hablar de cualquier cosa, el trabajo, el día lluvioso y otras cosas tan complicadas como las mallas geométricas y el paralelismo en las triangulaciones, al rato entro un colega, con cara de afectado, se acerco, la abrazo y le dijo: "siento tanto tu perdida", se fue enseguida, y ella se sento, y ya la poca distracción que habia logrado conversando de otras cosas desaparecio, al rato llego otro y luego dos más, cuando volvi a verla un par de horas más tarde su cara mostraba la huellas de las lagrimas, en fin, entonces, recorde el funeral de mi hija hace tiempo atras, mis amigos varios de ellos, después del funeral me agarraron y me llevaron, fuimos a una fuente de soda en el barrio Bellavista, conversaron de todo y durante dos horas me dieron un balsamo al alma, siempre estaré agradecido por ese gesto, es ahí cuando uno sabe que tiene amigos, de verdad, cuando pueden leer en los ojos de uno, "ayudenme, pero no me torturen con más dolor". A mi colega le faltan amigos que le lean los ojos pense.